El
informe revela que en el rubro “salud”, hubo deflación y fue del 0,1 por
ciento; en “alimentos y bebidas” la variación respecto al mes anterior fue del
2,3 por ciento; en “indumentaria y calzado” fue del 0,7 por ciento; en
“equipamiento y mantenimiento del hogar” fue del 0,1 por ciento; en “transporte
y comunicaciones” 0,3 por ciento; y en “bienes y servicios varios” fue del 1,3
por ciento.
No hubo variación alguna en los rubro “enseñanza” (debido al receso escolar) y en “vivienda, agua y energía” (en este último hubo cierta incidencia en el congelamiento de la tarifa de electricidad que se mantuvo durante todo el año).
En el relevamiento de la Dirección General de Estadística y Censos, se consigna el comportamiento de los principales productor alimenticios para consumir en el hogar que, en el nivel general, mostró una variación del 1,1 por ciento. Lo más caro fueron los dulces con una variación del 2,5 por ciento; en tanto que en el otro extremo hubo deflación del 0,8 por ciento en el precio de los lácteos y huevos.
La carne vacuna, pollo, cordero y derivados la variación fue del 1,6 por ciento; en verduras 2,3 por ciento; en panificación 1,1 por ciento; en frutas 1,2 por ciento; en condimentos, comidas preparadas y semipreparadas 0,6 por ciento; en aceites y margarina 0,5 por ciento y en pescado los precios cayeron en un 0,5 por ciento.
En cuanto a las bebidas sin alcohol, los precios registraron un alza promedio del 3,7 por ciento y en bebidas con alcohol del 2,8 por ciento. Por último, en el alimentos y bebidas para consumir fuera del hogar, la variación fue del 8,5 por ciento.